Patrimonio y desarrollo
Rascacielos amenazan
Hasta hace poco, las ciudades del Viejo Continente servían de ejemplo en materia de preservación patrimonial. Pero eso está cambiando.
Felipe Álamos Undurraga
Mal de muchos... Varias polémicas se viven en estos días en París, Londres y Barcelona.
Estas ciudades, que eran consideradas símbolos del respeto a la tradición urbana, al parecer han cedido a las presiones inmobiliarias para liberalizar el mercado del suelo.
Ejemplo de esta polémica es el rascacielos El Faro de París, que recientemente fue develado a la luz pública y será el edificio más alto de esa ciudad.
Ubicado en la "mini-Manhatttan" de Paris-La Défense, uno de los centros financieros más importantes de Europa, su construcción divide a los parisinos. Y eso que se trata de una torre vanguardista, diseñada por Tom Mayne, un reputado arquitecto.
Sus detractores afirman que el edificio opacará en presencia y altura a la Torre Eiffel como principal referente de la Ciudad Luz, lo cual cambiará para siempre las escales imperante en esa ciudad, ya bastante amenazadas por el complejo financiero creado por Mitterrand en 1989.
Un problema parecido se vive en Barcelona. Allí la famosa torre Agbar se construyó en el punto donde se cruzan tres de los ejes principales de Barcelona: la avenida Diagonal, la Meridiana y la Gran Vía. En esta ciudad de arquitectura muy regular, el arquitecto francés buscó que su obra emergiera del suelo de una forma especial para que "desbordara el marco" de la capital catalana, según declaraciones del propio arquitecto.
Barcelona en peligro
La polémica que ha provocado esta construcción es grande, principalmente por el hecho de que compite en presencia con la Sagrada Familia, de Gaudí. De hecho, un estudio llevado a cabo por estudiantes de UIC, que entrevistó a 3.386 encuestas personas que paseaban por las calles del municipio de Barcelona en abril de 2006, señala que la obra arquitectónica menos valorada de la ciudad (35%) es la Torre Agbar.
Londres tampoco se salva. Según la prensa británica, la Torre de Londres podría perder su estatus de "Patrimonio de la Humanidad", concedido por la Unesco, debido al desarrollo urbanístico que la rodea.
Las nuevas construcciones, entre las que hay dos rascacielos de más de 300 metros de altura, ponen en peligro la vista panorámica de la ciudad que se realiza desde el interior del emblemático monumento londinense y también la visión del edificio desde el exterior.
Según los medios, un grupo de inspectores de la agencia de la ONU visitó el edificio de 900 años de antigüedad para evaluar si puede seguir conservando la distinción. El examen se produce en respuesta a la preocupación de los expertos y del Gobierno británico por los planes urbanísticos existentes en torno al popular monumento.
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco ya se había pronunciado sobre el tema y había señalado que el desarrollo urbanístico en torno a la Torre no respeta su categoría de "patrimonio". Para el organismo, "no parece que Londres esté aplicando efectivamente" las políticas correctas para proteger la torre en el futuro.
El Comité, que también se mostró preocupado por los planes de construcción en los alrededores de la Abadía de Westminster y el Parlamento británico, tendrá que decidir en febrero si pone al edificio británico en la lista de bienes "en peligro".