domingo, noviembre 20, 2005

Restauración patrimonial





Restauran antigua casa patronal de Hacienda
El Sobrante (I Parte)

Por Felipe Álamos Undurraga.
Periodista y Máster en Gestión Cultural


En la memoria colectiva de los vivientes de Chincolco, al interior de Petorca, quedó registrada con el nombre de "El Refugio", por el hogar de niños del Padre René Pienovi que alli funcionó. Y eso que la familia propietaria, la sucesión Álamos Igualt, hace sólo 35 años que dejó la Hacienda El Sobrante.
Ahora los Alamos están de vuelta. Dos hijos de Juan Álamos Igualt, compraron en un remate judicial la antigua casa patronal y su antiguo parque, y están restaurándola. El resto del inmenso predio, de 36 mil hectáreas, hoy está en manos de una comunidad de antiguos inquilinos.
Se pronostica que el trabajo durará varios años, pues el estado en que los hermanos Cristián y Mauricio Álamos Anted encontraron la vivienda, de más de 2.000 metros cuadrados, era lamentable. Lo que no pudieron hacer los terremotos, sí lo lograron años de abandono y el saqueo al cual estuvo sometida.
Los trabajos de restauración y los antecedentes aportados por la familia, permiten estimar que el primer piso de la casa fue construido a comienzos del siglo XIX y que el segundo, de estructura liviana de madera y adobe, data de 1905.
Comprada a la sucesión Echavarría a finales del siglo XIX por Ignacio Álamos Cuadra, esta construcción tiene una sencillez engañadora pues su riqueza patrimonial radica en que es el eslabón que marca la transición entre la arquitectura de las casas patronales del Norte Chico y las del Valle Central.
Quien visite las haciendas de la III y IV regiones no tardará en encontrar cierto aire característico. Y si el ojo está bien entrenado, el viajero no tardará en notar que los rasgos y costumbres de quienes ahí trabajan la tierra tiene grandes similitudes respecto de los campesinos del valle de Elqui o Choapa.
Mención aparte merece la curiosa capilla de la hacienda, que tiene una elaborada fachada de láminas de zinc estampadas que simulan piedra, con cornisas y detalles ornamentales en el mismo material. Ejemplos de este tipo singular trabajo artesanal no abundan en Chile y quizás su referente más cercano sea la iglesia de Guayacán, en Coquimbo y algunas viviendas en Valparaíso, Purén (IX Región), y Puerto Varas (Casa Opitz).
También es interesante observar el edificio de la antigua bodega de la hacienda, ubicada entre la casa patronal y la capilla. Esta construcción todavía muestra su fachada original, revestida en plancas de zinc inglesas, que fueron colocadas en la primera década del siglo XX y que le confieren al edificio cierto aire de estancia patagónica.